La Vía Láctea goteo interminable de fe,
permea en mi sed nocturna,
con lágrimas de un goce presente.
[Sacrosanto espiritual]
Diáfisis, fractura, grito calamitoso,
señal abierta intermitente,
eco atroz,
grito que encontró un sacrificio personal
y le puso un altar a la luna Europa,
E
L
I
M
P
A
C
T
O
del explorador Galileo en Júpiter
para poder salvarla.
Hueso lácteo, hueso espiritual. Somos.
El pasado
es nombrado,
P
E
R
S
G
U
I
D
O
por las estrellas,
o simplemente
ya no es, vacío.
[ Húmero telescopio, máquina del tiempo ]
Observa,
una nebulosa
trepidante
me persigue
sanar, quasar.
[ Futuro, somos los huesos ultravioletas ]
Híbridos de acero y carne,
inexorable.
Cibernéticos.
El Vortex y un hueso sin calibrar,
con los fluidos del universo
en espiral,
en medio del pulso interior,
la danza cósmica.
Imagen del primer cuásar,
donde los sistemas solares se enfilaban
para saludar al dios del tiempo,
mientras yo observaba insignificante,
nadando en la lava cósmica.
[Atl Tlachinolli el agua quemada para los aztecas]
Y el hueso, calcio,
su evolución a través del cuásar,
L
A
V
I
D
A
no tiene final.
andres villela 