Texto de la serie Relatos del Bolsillo / Ilustración Melissa Assilem

No existe aún un relato para vitorear la enésima parte de una esperanza y mis dedos ansiosos la esperan en esta mesa que se nubla de tarde. Las palabras recién curtidas se recargan una a una formando la unión de mis paredes personales.

Sentado, sorbo del café y, sin ninguna encomienda divina reviro ante la idea de que la nada está pasando, y es ahí; donde una promesa sobrevuela las palabras que me esperan.

Veo en la taza mi reflejo y quiero traspasarlo para saberme parte de esta enmienda única. Se limita mi nariz, mis ojos, mi pesar inmediato y no puedo más que escuchar una prosa virgen de toda imagen, de toda historia, de todo lo que se ha gritado en el supuesto de escribir.

Así pasa cuando estoy en la nada.


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