La búsqueda

Texto de la serie Relatos del Bolsillo / Ilustración Guy Billiot

A la vuelta de la esquina está un verbo sin presagio, sin hurgar. Levanto la mirada, hojas de entre los árboles se frotan formando algunas sombras que delimitan el cielo.

Me detengo y guardo la ansiedad en el ideario colectivo, submarino, para el diluvio de mi inspiración. Estoy al borde la ciudad, sí, otra vez.

En este sol recién meridiano me voy quebrando sin dolor, es solamente el paso del tiempo.

Me detengo por el olor que se desprende de una cafetería. Pido un doble cortado, y veo un periódico olvidado, leo párrafos que se estructuran con antropología barata, matutina. El café envuelve mi garganta, en medio del sinsabor de la lectura es que rompo el periódico en partes, tiro los trozos en la mesa, tomo un pedazo al azar, lo pongo en la boca y mastico. Me sabe a lija delgada, se transparenta en mi paladar, y no puedo más que pasarlo con un sorbo de café, pero de súbito, de la garganta quiere salir una palabra a retozar.

La tomo de la esquina, la dejo sobre la mesa, y escribo:

– Los relatos son fragmentos de la memoria, erigiendo historias a partir de verdades personales. Las redacto, después, son palabras que funcionan como un intercambio de miradas entre un par de desconocidos, y es entonces que nace una idea compartida. Sí, así sucede también con las noticias de un periódico, son un punto en común, un pacto social, pero a veces, una mentira.-

Termino, me levanto del asiento y recojo la palabra que quedaba sobre la mesa: recuerdo.

El relato por hoy ya quedó atrás.


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